Santa Teresa de Calcuta

Santa Teresa de Calcuta, conocida en vida como la Madre Teresa, fue una monja católica de origen albanés que dedicó su vida al servicio de los pobres, enfermos y moribundos.

Su trabajo y dedicación la convirtieron en un símbolo de compasión y amor incondicional, y fue canonizada como santa por la Iglesia Católica el 4 de septiembre de 2016, un día antes de su fiesta litúrgica.

Su vida es un testimonio del poder del amor y la dedicación a los más necesitados.

 

Primeros años: de Albania a la vocación religiosa

Nació como Agnes Gonxha Bojaxhiu en Skopie, una ciudad que entonces formaba parte del Imperio Otomano (actual Macedonia del Norte). Desde una edad temprana, Agnes sintió una profunda conexión con la fe y una fuerte inclinación hacia el servicio de los demás.

A los 12 años, tuvo la convicción de dedicarse a la vida religiosa, inspirada por los relatos de misioneros y por su intensa devoción a la Virgen María.

A los 18 años, Agnes dejó su hogar para unirse a las Hermanas de Loreto, una congregación conocida por su trabajo misionero en la India.

Después de un breve tiempo en Irlanda, donde aprendió inglés, fue enviada a la India, el país que se convertiría en el epicentro de su misión de vida. En 1929, llegó a Calcuta y comenzó su noviciado, adoptando el nombre de Teresa en honor a Santa Teresa de Lisieux, la «Pequeña Flor».

 

El Llamado dentro del Llamado: La Fundación de las Misioneras de la Caridad

Después de casi dos décadas de enseñar en la escuela para chicas St. Mary’s, en Calcuta, Teresa experimentó lo que describiría como un «llamado dentro del llamado».

En 1946, mientras viajaba en tren hacia el convento, sintió una profunda inspiración para dejar la vida cómoda del convento y dedicarse a vivir entre los pobres y servir a los más marginados.

En 1948, recibió permiso del Vaticano para abandonar su convento y comenzar su obra en los barrios pobres de Calcuta.

Vestida con un sencillo sari blanco con borde azul (que se convertiría en el hábito característico de su orden), comenzó a cuidar a los enfermos, mendigos y personas sin hogar. Su misión era brindar amor y cuidados a quienes eran ignorados por la sociedad.

En 1950, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, cuyo objetivo era «saciar la sed de amor de Jesucristo por la humanidad» cuidando a «los más pobres de entre los pobres».

Las Misioneras de la Caridad rápidamente se expandieron más allá de Calcuta, y bajo su liderazgo, la orden estableció orfanatos, hospicios para enfermos de sida, leprosarios y escuelas en todo el mundo.

 

Reconocimiento mundial y controversias

A lo largo de su vida, la Madre Teresa recibió numerosos premios y reconocimientos, incluido el Premio Nobel de la Paz en 1979.

En su discurso de aceptación del premio, hizo un llamado a la paz y al amor, instando a la humanidad a cuidar de los más vulnerables.

A pesar de su fama y reconocimiento mundial, Santa Teresa también fue objeto de críticas. Algunos la acusaban de glorificar el sufrimiento en lugar de aliviarlo, y se cuestionó la calidad de la atención médica en los centros dirigidos por su orden.

Sin embargo, sus defensoras y admiradores subrayaron que su misión era espiritual más que médica, y que su enfoque estaba en brindar dignidad y amor a quienes se encontraban en situaciones desesperadas.

 

Los últimos años y el legado de Santa Teresa

A lo largo de su vida, Santa Teresa mantuvo una profunda fe en Dios, aunque también experimentó momentos de duda y oscuridad espiritual.

Su correspondencia privada, publicada después de su muerte, reveló que durante casi 50 años, experimentó una sensación de «ausencia de Dios», lo que comúnmente se conoce como la «noche oscura del alma». A pesar de estos desafíos internos, nunca abandonó su misión.

Falleció el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, a la edad de 87 años. Su muerte fue llorada en todo el mundo, y su funeral contó con la asistencia de líderes religiosos y políticos de todas las naciones.

La iglesia católica la beatificó en 2003, y en 2016 fue canonizada por el Papa Francisco.

Hoy, Santa Teresa de Calcuta es recordada como un ícono de la caridad y la humildad. Su obra sigue viva a través de las Misioneras de la Caridad, que continúan sirviendo a los más necesitados en más de 130 países.

Su legado es una llamada al mundo a ver la dignidad en cada ser humano y a responder con amor ante el sufrimiento de los demás.

 

Celebración litúrgica

El día de su festividad, el 5 de septiembre, es celebrado por la Iglesia Católica en todo el mundo como un día para recordar su vida y su obra.

En esta fecha, las Misioneras de la Caridad y otras comunidades cristianas realizan misas y eventos conmemorativos en honor a su santidad y dedicación a los pobres.

Aunque su obra comenzó en las calles de Calcuta, su impacto ha sido global, y su festividad es un recordatorio del poder transformador de la compasión y el servicio a los demás.

Santa Teresa de Calcuta, con su pequeño cuerpo y su gran corazón, se convirtió en un faro de esperanza para millones de personas en el mundo.

Su vida de dedicación y sacrificio continúa inspirando a innumerables personas a seguir su ejemplo de amor, servicio y humildad.

Al recordar su legado, la humanidad es desafiada a vivir con un espíritu más generoso y a buscar maneras de servir a los demás, especialmente a aquellos que más lo necesitan.

 

Fecha de nacimiento: 26 de agosto de 1910
Fecha de celebración: 5 de septiembre