En la isla de Tenerife, la imagen más venerada es la de Nuestra Señora de la Candelaria, comúnmente conocida como la «Virgen de Candelaria».
Se trata de la patrona de las Islas Canarias y una figura central en la religiosidad de la región. Su festividad es una de las más importantes en el calendario de eventos religiosos y culturales de la isla, reuniendo a miles de personas cada año.
Historia y origen de la Virgen de Candelaria
Se cuenta que hacia el siglo XIV, antes de la llegada de los conquistadores españoles, unos pastores guanches (los aborígenes de Tenerife) encontraron una imagen de la Virgen María en la costa, en la cueva de Achbinico, en el municipio actual de Candelaria.
Inicialmente, los guanches no comprendieron el significado religioso de la figura, pero con el tiempo comenzaron a asociarla con poderes divinos.
Cuando los misioneros cristianos llegaron a las islas en el siglo XV, la identificación de la imagen con la Virgen María se hizo oficial.
La historia de cómo la Virgen fue encontrada por los guanches y su posterior cristianización ha contribuido a la creación de un sincretismo entre las antiguas creencias aborígenes y el cristianismo, lo que le da un carácter único a esta devoción.
Iconografía y significado
La imagen original de la Virgen de Candelaria fue esculpida en madera oscura, y, según la tradición, mostraba a María con un niño en brazos y una vela encendida, lo que simboliza la luz que guía a los creyentes.
De ahí proviene el nombre «Candelaria», en referencia a la «luz de las velas» o «candela». Aunque la imagen original desapareció en una tormenta en el siglo XIX, la figura actual fue creada por el escultor Fernando Estévez y sigue siendo objeto de gran devoción.
La Virgen de Candelaria es una representación de María como madre protectora y guía espiritual. El uso de la vela en su iconografía refuerza su simbolismo como «luz en la oscuridad», un concepto central en la devoción mariana.
La Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria
La Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, ubicada en el municipio de Candelaria, es el principal templo mariano en Tenerife y el lugar donde se encuentra la imagen de la Virgen.
Esta iglesia, de estilo neoclásico y con capacidad para albergar a miles de fieles, es uno de los centros de peregrinación más importantes de España.
La construcción de la actual basílica comenzó en 1949 y se completó en 1959, después de que un incendio destruyera la iglesia anterior en 1789.
En su interior, destaca el retablo mayor, en el cual se encuentra la venerada imagen de la Virgen, rodeada por ornamentos dorados que resaltan su importancia religiosa.
Festividades y peregrinación
El 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María, y el 2 de febrero, día de la Candelaria, son las dos fechas más importantes dedicadas a la patrona. Ambas fechas reúnen a miles de peregrinos que acuden desde todas partes de Canarias e incluso del mundo.
El 2 de febrero, se conmemora la presentación de Jesús en el templo y la purificación de María, mientras que el 15 de agosto se celebra la Asunción de la Virgen.
Durante estas festividades, se celebran misas, procesiones y actividades culturales, como representaciones teatrales de la aparición de la Virgen a los guanches. Los peregrinos caminan desde diferentes puntos de la isla hacia la basílica, siguiendo rutas tradicionales que han sido recorridas durante siglos.
Entre las actividades más destacadas están la romería y la procesión nocturna en la plaza de la Basílica, donde la imagen de la Virgen es llevada por las calles del municipio.
También se celebran actividades folclóricas, bailes tradicionales y ofrendas florales que refuerzan el carácter popular y comunitario de la celebración.
La Virgen de la Candelaria en la cultura canaria
La influencia de la Virgen de Candelaria va más allá del ámbito religioso y se extiende a la cultura y tradiciones canarias. Ella es un símbolo de identidad para los habitantes de Tenerife y de todas las Islas Canarias.
El arte, la música, la poesía y la historia han exaltado su figura, lo que refuerza su conexión con el pueblo.
El canto a la Virgen es parte esencial de las celebraciones, y numerosos artistas han compuesto himnos y canciones en su honor. La «Salve a la Virgen de Candelaria» es quizás el canto más conocido, entonado con devoción por los fieles durante las celebraciones.
Patrimonio histórico y espiritual
La devoción a la Virgen de Candelaria es un ejemplo del profundo sincretismo entre las culturas prehispánicas y la influencia cristiana.
A lo largo de los siglos, ha evolucionado desde un culto local entre los guanches hasta convertirse en una de las devociones marianas más significativas de España.
En 1867, el Papa Pío IX la proclamó oficialmente como Patrona Principal de las Islas Canarias, y en 1959, la Basílica de Candelaria fue declarada Santuario Nacional.
Además de ser un foco espiritual, es también un importante atractivo turístico, que cada año atrae a miles de personas interesadas en conocer el patrimonio cultural y religioso de Tenerife.
Nuestra Señora de la Candelaria es mucho más que una figura religiosa; es un símbolo de unidad, esperanza y protección para los habitantes de Tenerife y las Islas Canarias.
Su historia, cargada de elementos místicos y culturales, sigue siendo un motivo de orgullo y devoción para miles de personas que la consideran su guía espiritual.
Las festividades en su honor no solo mantienen viva una tradición religiosa centenaria, sino que también representan una celebración de la identidad canaria en su forma más auténtica.
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